BGG, AP, rondel, hype, euro, ameritrash…Si hasta ahora has reconocido todas esas siglas y palabrejas, no te han sonado raras, y es más, las utilizas a diario, amigo mío, tienes un problema: eres un jugón.
Claro, realmente es un problema la identidad del jugón. Deberíamos ser conscientes de lo que somos y cómo y por qué nos hemos convertido en ello. Hay gente que no echa cuenta cuando al ducharse se le caen unos cuantos pelos de la cabeza, o cuando se pesa en la báscula y ha ganado un par de kilos. El problema es que si no te das cuenta un día te levantas calvo y con una barriga que te cuelga y te preguntas ¿cómo he llegado a esto?
Pues sí, un buen día quedas con algunos amigos en casa de uno de ellos y os dice que se ha comprado un juego, que está muy chulo, que él lo ha jugado y le ha encantado. Os sentáis alrededor de la mesa, os explica cómo jugar a eso y después de una o dos horas de tirar dados, colocar trabajadores, partirte la cabeza en dos pensando qué hacer en el siguiente movimiento, y puede que acordarte de algún familiar del jugador que te ha jodido lo que querías hacer dices: «¡Joder, qué guapo! ¡Otro día nos echamos otro!» Estás jodido. Ya estás en sus redes.
Esto podría no ser tal problema. Podrías quedar con tus amigos de vez en cuando y pasar unas buenas tardes jugando y ya está. Pero no. La cosa va a más. Te enteras de que hay páginas web que hablan de juegos, que hay vídeos en youtube de gente explicando juegos, que hay gente que escribe blogs, otros hacen podcast que empiezas escuchando en los ratos libres y terminas desesperando porque no publican nuevos. A estas alturas ya sabemos lo que ha pasado. Has ido a alguna tienda que has tenido que buscar porque no está cerca de tu barrio y te has comprado algún juego. Eso, o has conocido las tiendas online y te has comprado un par de ellos. O espera, puede que no hayas podido parar a tiempo y hayas tenido que comprar nuevas estanterías para tu casa porque lo que empezó como dos o tres cajas se han convertido en casi cien. Ahora sí estás jodido.
Espera un poco porque la cosa puede ser aún peor. Algún día leyendo blogs o escuchando podcast llegas a conocer que hay jornadas de juegos de mesa. Decides ir con algún amigo, y allí no solo juegas y conoces juegos nuevos, sino que conoces a gente más que simpática, que comparte tus gustos, tus aficiones, hasta tus ideas políticas, y esto lo descubres no solo jugando alrededor de una mesa, sino almorzando, cenando, echando unas risas y tomando unas cuantas cervezas en lo que descubres el excepcional ambiente que hay en el mundillo.
Jodido no, ya estás enganchado. Lo peor es que no te vas a querer desenganchar.
Este artículo usa material del artículo «Juegos» de Lostpedia en Wikia y se encuentra bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-Compartir bajo la misma licencia 3.0 (Unported).
Te falta decir que, como buena droga, como te enganches bien todos los meses pasas por caja 😛
Enhorabuena por el blog. Ahora a coger ritmillo 😛
Me gustaLe gusta a 1 persona
Cierto. La cantidad de dinero que nos gastamos daría tema para una buena entrada.
Gracias tío.
Me gustaMe gusta
Pingback: El jugón no juega | Desvarío jugón
Muy buena primera entrada. Explica perfectamente por dónde van a ir los tiros. Te deseo mucho recorrido en este nuevo blog.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Completamente de identificado con tus reflexiones, a mi me empezó a pasar lo mismo, pero decide que tenía que echar el freno por que aunque mole mucho, este mundo absorbe demasiado y todas las demás actividades y aficiones pasan a un segundo plano.
Enhorabuena por el blog
Me gustaLe gusta a 1 persona