¿Evangelizar SÍ o Evangelizar NO? Caso práctico.

Posiblemente si eres lector de este blog es porque tienes -digamos- un fuerte interés en los juegos de mesa. Si has llegado a esta entrada por buscar la palabra evangelizar en algún buscador te recomiendo que cierres esta ventana que tienes frente a ti lo más rápidamente posible. No sigas leyendo, porque lo que estabas buscando y lo que acabas de encontrar créeme no tienen relación alguna. Si por el contrario, eres un jugador asiduo a los juegos de mesa, eres lector de blogs sobre esta afición, y estás inmerso en ello cada día más, es posible que seas lo que algunos identificamos como alpha-gamers, jugones.

Y lo de alpha-gamers será por algo. Será porque debe de haber otros que han de ser beta-gamers, o gamma o yo qué se. La cuestión es que puedes identificarte con este término simplemente por tu grado de implicación en este mundo, y porque puede ser que tengas amigos más inmersos que tú en él, pero sin duda alguna vas a tener muchos más que se encuentran al margen de esta noble afición que profesamos.

¿Y qué ocurre cuando los jugones -así los llamo yo siempre aquí- pasan el tiempo con sus amigos menos jugones, o poco jugones, o simplemente nada jugones? Bien, ahí está el conflicto. ¿Debemos de quedarnos al margen del «recorrido lúdico» de cada persona aunque este les lleve a no ir más allá del parchís que juegan en un bar? Y creedme, que esta noche mismo he visto una pareja jugando en un irlandés que tenía uno o varios parchís al parecer. ¿O más bien debemos de introducirlos en el mundillo lúdico? Y si fuera así, ¿cómo deberíamos hacerlo? ¿De menos a más? ¿Carcassonne, Catán y de ahí en adelante? Pues ya la tenemos liada. Para estas preguntas cada uno de nosotros tenemos una o varias respuestas.

Evangelizador lúdico

El otro día, viendo el vídeo del último podcast de Vis Lúdica nuestros amigos discutían sobre el recorrido o no que han de llevar los iniciados en los juegos de mesa. Si es conveniente para ellos o no, y si hay que introducirlos en esto de los juegos de mesa o no. ¿Evangelizar SÍ o evangelizar NO? A raíz de este podcast, y algunos twits más estuve pensando sobre el tema.

Está de puta madre decir eso de «Yo no evangelizo», quedas como un señor. De puta madre. Clint lo ilustraba en el podcast de una forma genial. Nosotros no estamos para eso. Basta de proselitismo lúdico. Uno no está para eso. El problema de las afirmaciones tan rotundas es que no nos sirven para generalizar. Siempre que he escuchado el «no hay que evangelizar» en boca de alguien lo dice un jugón que está harto de jugar todas las semanas. Y en ese momento me acuerdo de lo poco que podíamos jugar nuestro grupo habitual hace unos años y cómo un amigo acabó atrayendo al mundillo a dos compañeros de estudios. Así que puedo entender la necesidad de buscar nuevos jugadores y la de iniciar en los juegos de mesa a amigos tuyos que no sean aficionados.

Como descubriréis en las próximas líneas, yo creo que esto depende de cada caso, como muchas cosas en nuestra vida. Yo tengo amigos muy jugones con los que juego, entre ellos blogueros, podcasters, o amigos con juegos publicados. Me puedo considerar un jugón de culo duro, pero aun así, también tengo amigos para los cuales la palabra ‘eurogame‘ no significa nada y lo más complicado que han jugado nunca es algún juego que yo les he presentado.

Mi grupo de amigos más cercano, con los que paso mucho tiempo, no son jugones. Algunos, cuando más, han jugado a videojuegos de adolescentes. Counter Strike e ISS Pro. Ni siquiera los jugones de videojuegos les llamarían gamers aunque echaran todas las horas del mundo a esos dos. Sencillamente estos amigos míos no tienen interés en jugar a un juego cuando vamos a quedar. Sin embargo, con otros amigos jugones, con los cuales tuve mis inicios en Magic The Gathering, el rol, e incluso ahora más tarde en los juegos de mesa, cada vez que quedamos se da por hecho que vamos a jugar a algún juego de mesa. Si nos contamos nuestras vidas es en compañía de algún tablero o algunas cartas. Sencillamente ambos grupos son muy diferentes entre sí. Y creo que son un buen ejemplo para ilustrar el caso.

Yo no es que tenga especial interés en evangelizar a mis amigos no jugones. Simplemente con ellos hago otras cosas la mayoría del tiempo. Lo que pasa es que alguna vez me han propuesto jugar a algún juego de mesa -ya que yo tengo tantos- y he tenido que ver qué juego era el adecuado. Por supuesto cuando les he presentado un juego les he sacado los más simples que tengo: los fillers o algún euro fácil de asimilar como el Stone Age. No les he presentado ningún temático porque normalmente son muy complicados -tienen muchas reglas que conocer- o porque la temática no les interesa en absoluto -como puede ser Arkham Horror-. Pero todas estas decisiones las tomo en base al conocimiento que yo tengo de mis amigos. Yo sé lo que pueden jugar y lo que no pueden jugar. Y no es porque tengan menos capacidad que nosotros los jugones, es que sencillamente tienen menos interés, y no van a aguantar una partida larga a un juego de muchas reglas con el que se van a estar preguntando cuándo termina y cuándo vamos a hacer otra cosa.

Así que se puede decir que yo sí evangelizo quiera o no. No voy a negar que tuve un interés hace tiempo en presentarle a mis amigos mi afición por los juegos porque paso con ellos mucho más tiempo que con otros jugones. Pero tras varios éxitos y varios fracasos ya tengo identificados los juegos que son de su interés y los que pueden o no soportar. Y utilizo este verbo porque para ellos sería un castigo tener que atender cuarenta minutos la explicación de un juego para después jugarlo durante dos, tres o cuatro horas para que después de todo no les guste.

Como resultado de esto, este año cuando probé por primera vez el Camel Up, pensé que era un juego muy adecuado para mis amigos no jugones, y unos meses después lo compré. El juego, por supuesto, ha sido todo un éxito con ellos. Se adecua en facilidad, duración, y entretenimiento a sus gustos. Hasta tal punto les gusta que me proponen jugar a él con mucha frecuencia. Más de la que yo puedo aceptar.

Lo quiera o no mis amigos no iniciados están dando conmigo sus primeros pasos en los juegos de mesa. Cada cual podrá imaginarse el posible recorrido lúdico que ellos van a tomar. Yo, que los conozco de primera mano, mucho tendría que equivocarme para no acertar diciendo que no van a pasar del escalón en el que están ahora. Y no por muchos camellos que jueguen van a pedirme algún día que les enseñe durante una hora a jugar a Through the ages.

10 comentarios en “¿Evangelizar SÍ o Evangelizar NO? Caso práctico.

  1. Lev Mishkin

    Yo tampoco termino de entender la carga peyorativa que tiene el termino y el concepto. ¿que solo gustaran a nos pocos? ¿que cada cual jugara a los que más le gusten? está claro. Pero no es más que divulgar, como hacía Carl Sagan con Cosmos, y el hombre sabía de sobra que no todos se convertirían en astronomos o cientificos.
    No termino de entender porque se ve una perdida de tiempo

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  2. Betote

    Totalmente contigo: no se trata de forzar a los demás a jugar con nosotros, como tampoco nos gustaría que nos obligaran a ver películas vietnamitas o a hacer tapetes de ganchillo, sino de «estar ahí» y pensar en el otro cuando te dice «saca un juego friki de esos tuyos».

    Juegos sociales o narrativos en un grupo, juegos temáticos con muchos dados para otros, euros ligeros para otros y quemacerebros para otros, según sus intereses. No hay un camino marcado, igual que nosotros no seguimos una senda fija cuando empezamos a jugar.

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  3. vilvoh

    Yo creo que un tiende a evangelizar más cuando no se mueve en un grupo de jugones, no tiene un grupo estable de gente al que le guste jugar, sino amigos o amistades que manifiestan interés por los juegos pero jugar no está entre sus aficiones.

    Como bien dices, en ese punto intentas que se unan a ti e intentas con más o menos ganas que se sumen a tu afición… pero tras varios reveses y fracasos, desistes. A mi me ha pasado. En mi familia hay quien le gusta jugar, pero te piden antes un Pictionary. Lo juegas, bien, pero luego siempre les presentas alguno de los que tienes tú y ellos no conocen, para intentar que se enganchen a otras cosas, y evolucionen. Y no uso el término evolucionar como algo peyorativo, simplemente es que yo, personalmente, no entiendo que alguien no quiera probar cosas nuevas. Después de probarlo, te puede gustar o no, pero no probarlo me parece cerrarse a descubrir cosas nuevas que te pueden llegar a gustar.

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  4. farko

    Nosotros hemos jugado con amigos. MUCHO.
    Hemos sido siempre «los frikis» de los juegos, y hemos intentado (y conseguido) sacar juegos a todo el mundo.

    El exponente más grande es mi hermano. Empezamos a jugar con él con juegos muy sencillos, para a veces ir probando todo lo que nos llegaba. De todas formas, a nosotros no nos van demasiado duros. Y él, con más o menos esfuerzo o ganas, juega a todo. Pero no le gusta todo, y te lo dice. Si le sacas un «Camel Up» se lo pasa genial, pero con el tiempo yo ya sé que si le saco un «Tzolkin», se aburre. Y eso no es porque sea más o menos jugón, es porque no le gustan los eurogames. Los juega, los entiende, pero le aburren.

    Hay que enseñar a la gente juegos nuevos, hay que hacer que prueben cosas. Si luego les gusta o no, eso ya es otra cosa.

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  5. Greencop

    Pues depende de cual sea el objetivo, me explico, cuando uno descubre una nueva afición, la tendencia natural, es la de compartirla divulgarla hacerla llegar a tu circulo más cercano, sobretodo si se trata un actividad participó-lúdica.
    Los objetivos pueden ser varios, cada uno tendrá los suyos, pero podíamos empezar por el que veo yo más primitivo, al vez que más de desinteresado y me refiero al del simple hecho de haber tenido una buena experiencia y querer que otras personas se hagan partícipes ella.
    Estaría bien que este fuera siempre el único objetivo seria idílico verdad; pero me preguntó yo la vida real es asi??
    Y ese sendero poco transitado y de difícil acceso que te lleva a un arroyo casi virgen, que harías se lo enseñarias a alguien o lo disfrutarias tu solo?
    Y esa cerveza que nunca habías probado y de la que no tienes idea de donde ha salido y está buenisima, no entrarias en celo por que lo demás la probaran y asistieran contigo tu excelente sugerencia para asi rellenar tu ego con malta, aunque fuera cerveza con sabor a manzana.
    Me estoy desvaríando un poco creo que se debe al nombre del blog….sigamos hace muchos años aprendí a jugar al poker de esas jugamos a cinco cartas, ahora lo jugamos al modo Texas Holdem,bueno pues mis amigos no solían jugar y les «evangelice» por lo visto en el mundo de los «auto denominados jugones que no le echan 10 partidas a un juego» se llama asi y hay que estar a la moda,que si no te miran mal, pues la verdad que les molo y fue una excusa más para compartir momentos buenos a la vez que les sacaba unas perras fue un acierto.
    Introducir de menos a mas…??? antes creó que habría que acotar y definir el menos y el más, menos el Catan Carcasone porqué por que fueron los primeros por complejidad por frikismo, y que pasa con el mus la pocha el poker donde los pondríamos en el menos(hay libros y libros gente profesional que no seudojugona que dirían lo contrario) sin embargo los no jugones (al final se me pega) les echas una partida de estos y les mola aunque si les pilla un profesional no tendrían nada que hacer aunque seguro que se divierten. Cuando se dice sacar un juego simple para comenzar tienes razón yo siempre pongo ejemplo del padel tiene una curva de aprendizaje facil todo el mundo lo puede jugar si lo comparamos con el tenis sin embargo cuantos partido de padel hemos visto en televisión?? con las drogas pasa lo mismo el que empieza a consumir lo hace normalmente con un puerto porrito continua con un éxtasis dixtit para terminar con cocaBora

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  6. Ivan Gainzarain

    Yo la verdad es que estoy con Clint en mi forma de actuar, aunque no pienso igual. Me explico, yo NO evangelizo mucho, alguna vez lo he intentado y en algún caso con cierto éxito, pero aún así no evangelizo. ¿Por que?, porque es duro. Si si, es duro porque la gente no presta mucha atención, se les olvida las reglas de un aventureros al tren (3 reglas) y la verdad es que ya tengo bastante de eso en mi trabajo diario, intentando enseñar y que no me atiendan. Pero como decía no pienso igual, realmente pienso que si tenemos que intentar introducir, una vez al menos, a la gente que tenemos alrededor. Esta afición para mi, reporta mucha satisfacción y me gusta compartirla con la gente de alrededor. Que se enganchen o no ya es cosa suya.

    De hecho en el último año, mis amigos no jugones me han pedido consejo para comprar algún juego, aunque al final se han comprado Jungle Speed o Carcassone, pero ellos han sido los que han mostrado interés. La semilla está plantada, lo malo es que no la riego mucho.

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    1. PilarRol

      Me ha mandado el enlace de este blog un jugón y os voy a contar mi experiencia desde el otro lado. Yo estoy casada con un jugón (si, el del enlace). Por supuesto mi jugón particular ha intentado evangelizar a todo bicho viviente, con mayor o menor fortuna. Ha conseguido llevar al lado oscuro a una pareja de amigos que han sucumbido sin remedio al mundo friki de los juegos y con los que quedamos habitualmente para jugar. Otros, todavía están en la fase de «que sea facilito» y por último estoy yo, que no es que no me guste jugar, sólo digo que hay vida más allá de los juegos. He de decir que ha habido algún jueguito que me ha gustado, pero tengo un gran problema y es que tengo mal perder y me cojo unos cabreos de campeonato. Las largas explicaciones, que suelo cronometrar, también me desesperan y me producen un sopor que en alguna ocasión me han llevado de cabeza al sofá a echarme el siestorro, perdiéndome la partida. Mi casa está llena de juegos, de cajas que van vienen y de manuales de instrucción. En fin, que esto de ser jugón es una enfermedad como otra cualquiera. No obstante, saludos.

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  7. javi

    Pues yo si que evangelizo. Siempre. No soy del tipo predicador / enfermo mental que sólo habla y piensa en este mundillo, pero si sale la oportunidad le pongo todo mi empeño, y luego redoblo mi esfuerzo.

    Y estoy mas quemado que la pipa de un indio, porque juegue con el grupo que juegue, siempre son mis hombros sobre los que recaen la compra, aprendizaje, explicaciones…

    Y sigo con ello, teniendo ya jugadores de nivel medio, un par alto y asiduos. Y me he tenido que poner serio en esas sesiones de 2 grupos (grandes) en los que la gente hace corrillo y pasa de media explicación. Y luego quieren que repitas (falta de respeto). Como si fueras un payaso grabado en video que puedes pausar, rebobinar y echarte unas risas.

    Y no desisto. Porque al final del día, veo «el mundillo» y entristezco. Alpha gamers, hype, balancear…

    Dios mío, balancear lo hace un columpio o un simio en una liana… los juegos se «equilibran» ! Lo que quiero decir es que hay mucho jugador «pr0», mucha terminología y mandangas pero no conozco a nadie que no sea hijo o hija de, porque todos tenemos madre, la conozcamos, o no.

    Nadie nace sabiendo, en el cole no te dan lovecraft, pratchett o heinlein para leer, ni cosas para jugar que no sea plastilina o el UNO.

    No recuerdo como me metí en esto, supongo que era susceptible a ello. Pero hubo un primer paso. Ya no es «para tener gente con quien jugar» es mas bien un trabajo de preservación, un legado. Me parece justo.

    En mi humilde opinión es como decir (exagerando, reducción al ridículo) » yo no fornico porque cansa». Pues vale, si de ti dependiera, la raza humana a tomar por saco.

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  8. Rafa

    Bueno el término Evangelizar que se ha puesto tanto en boga me parece correcto para aquellos que no han jugado o han jugado solo a «filler», pero para los que venimos de la primera remesa, y hablo mucho antes del catán o carcassone, no sería correcto, entre otras cosas porque según leo, yo soy uno de esos amigos que hablas que introdujo otro del grupo.

    Igualmente los niveles o posiciones dentro del término jugón debería clasificarse por los tipos de juegos y el tiempo dedicado.

    Me parece genial que ha día de hoy se haya expandido tanto y haya más diversidad, pero lo más importante y no nos olvidemos de eso, que el objetivo principal, o por lo menos que a mi respecta, es el de divertirse.

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